Xena proviene de una estirpe de parásitos alienígenas que arrasan con todo y crean colonias improvisadas en el planeta que tenga la desdicha de encontrarse con una de estas. Y eso le hubiera pasado a Pangelia... Si no fuera por un único acto de bondad y compasión. En una expedición planetaria, Xena fue encontrada cuando era apenas una niña, junto con un huevo que le permitiría crear más como ella usando un pobre huésped; sin embargo, la capitana de aquella nave la cuidó hasta la tierra y le mostró una faceta que su especie jamás había conocido: cariño. La capitana no se separó ni un momento de ella y la mimó y arropó de ternura hasta que llegáran a Pangelia donde podrían buscarle una familia. Quizás le llegó al corazón, o fue simple casualidad pero aquellos meses de convivencia con los humanos y su "madre adoptiva" apagó sus instintos parasitarios y de conquista convirtiéndose simplemente en una niña alienígena feliz, y cuando finalmente su huevo eclosionó, lo convirtió en una suerte de mascota... una muy fea, pero mejor eso a un monstruo reptante abrazacaras 😅😅😅. El viaje de la nave hasta Pangelia duró varios meses, y Xena se desarrolló muy deprisa; tanto así que justo antes de llegar a su destino ya era un ejemplar adulto. La capitana, que tenía pensamiento de buscarle una familia adoptiva, pasó a querer buscarle un trabajo y que tuviera un futuro próspero en el continente... pero no hubo resultado... Las semanas pasaron y ella tuvo que emprender un nuevo viaje de varios meses de duración, destrozando el corazón de Xena, pues al no ser piloto no podía ir con lo que para ella era su madre... Decidida a conseguir el dinero suficiente para ingresar en la academia privada donde se graduó su madre; Xena abandonó la embajada y buscó una forma de hacer dinero rápida y fácil. No tuvo éxito al principio, pero no tardó en darse de bruces con un lugar que no tendría miramientos a la hora de contratarla: Galaxia Erótica. Y desde aquel entonces, Xena alterna entre su trabajo en el club mientras se centra sus estudios de la academia para graduarse con honores. Una muchacha de lo más aplicada.
Xena como miembro del club nocturno tiene sus propias y avanzadas armas de ligue que no pasan desapercibidas por ningún cliente. En primer lugar: su exoesqueleto está hecho de un material ajeno a la tierra, cuyas zonas más duras y suaves forman un contraste que al tacto se vuelve una sensación placentera que obsesiona a los clientes. Su agudísimo olfato le permite detectar las feromonas y conocer al dedillo los puntos débiles de sus clientes (presas), dándoles lo que quieren y haciendo de su experiencia una inolvidable. Y por último, pero no menos importante: su lengua. Un organismo que puede controlar a voluntad como si un ser sintiente se tratase y sólo los clientes que se han atrevido, saben de lo que es capaz de hacer con ella 😳😳😳. Eso sí... todo esto viene con un terrible "pero" y es que todos los fluidos que exhuda Xena son terriblemente ácidos: Su saliva, su sangre, etc... Por lo que, por su propia seguridad, los clientes que hayan pasado una noche con ella tienen terminantemente prohibido volver a hacerlo hasta que no haya pasado un período de una semana mínimo. Creedme, ya hemos tenido un "susto" con esto antes, y me voy ha ahorrar el narrároslo por si estáis leyendo esto comiendo 😨😨😨. A pesar de que Xena es muy feliz y haya hecho grandes amistades interplanetarias, está deseando ahorrar el dinero suficiente para poder graduarse y volver con su madre. Seguro que algún día lo consigue 😊😊😊.
Xena como miembro del club nocturno tiene sus propias y avanzadas armas de ligue que no pasan desapercibidas por ningún cliente. En primer lugar: su exoesqueleto está hecho de un material ajeno a la tierra, cuyas zonas más duras y suaves forman un contraste que al tacto se vuelve una sensación placentera que obsesiona a los clientes. Su agudísimo olfato le permite detectar las feromonas y conocer al dedillo los puntos débiles de sus clientes (presas), dándoles lo que quieren y haciendo de su experiencia una inolvidable. Y por último, pero no menos importante: su lengua. Un organismo que puede controlar a voluntad como si un ser sintiente se tratase y sólo los clientes que se han atrevido, saben de lo que es capaz de hacer con ella 😳😳😳. Eso sí... todo esto viene con un terrible "pero" y es que todos los fluidos que exhuda Xena son terriblemente ácidos: Su saliva, su sangre, etc... Por lo que, por su propia seguridad, los clientes que hayan pasado una noche con ella tienen terminantemente prohibido volver a hacerlo hasta que no haya pasado un período de una semana mínimo. Creedme, ya hemos tenido un "susto" con esto antes, y me voy ha ahorrar el narrároslo por si estáis leyendo esto comiendo 😨😨😨. A pesar de que Xena es muy feliz y haya hecho grandes amistades interplanetarias, está deseando ahorrar el dinero suficiente para poder graduarse y volver con su madre. Seguro que algún día lo consigue 😊😊😊.