Susie fue en su día la secretaria personal (y mano derecha) del CEO de una de las empresas enfocadas a la robótica más importantes de lo que antes era la antigua Metrópolis Ribott. Sin embargo, una de las ramas que más curiosidad y ganas de investigar tenía ella, era la rama dedicada al estudio de los seres orgánicos, un departamento recién iniciado cuyo objetivo era acotar las diferencias entre dichos seres y los robots permitiendo una convivencia de igual a igual. Desgraciadamente no se le permitía el estudio de ese campo a una secretaria, por muy mano derecha del CEO que fuera... Entonces un buen día quiso colarse y averigüar un poco sobre ese tema que le tenía tan obsesionada pero... si hubiera sabido lo que se iba a encontrar, se lo hubiera pensado 2 veces... Aquello era de una película de terror. La forma de reducir la línea que separaba ambas especies fue convertir a los seres orgánicos forzosamente en robots biomecánicos. Aquella revelación la espantó de tal manera que renunció a su puesto al día siguiente sin levantar sospechas y huyó lo más lejos que pudo de esa horrible empresa. Poco después sucedió el desastre que arrasó con toda la antigua Metrópolis incluyendo su empresa, lo cuál consideró una suerte de castigo kármico. Su viaje la llevó al Reino Larisuf donde podría dar rienda suelta a su conocimiento. No le costó mucho encontrar trabajo con su impecable currículum; como recepcionista en un club nocturno ubicado en el conocidísimo Distrito Purpúreo, donde realizó un trabajo impoluto, como cabía esperar de la mejor recepcionista de la antigua Metrópolis. Pero su deseo de saber más de los humanos y demihumanos le hizo querer ir más allá, y pensó que a lo mejor el sexo era el medio por el que investigar, así que hizo todos los preparativos posibles, se hizo un par de actualizaciones para permitir "acoplamientos" y le pidió permiso a la madame del club para entrar entre sus filas. ¡El club había engrosado sus filas!
Susie es una chica muy pragmática y sabe perfectamente qué decir y hacer en todo momento como la seria y servicial oficinista que es. A los clientes les chifla la forma fría en la que desarrolla sus "actos" y su manera de narrar porcentajes según el grado de satisfacción. Supongo que son las mismas personas que se ponen tontorrona al editar un Excel 🤷‍♂️🤷‍♂️🤷‍♂️. Susie aún no controla del todo bien su "módulo de flirteo", pero se cree que eso es justo lo que la hace tan especial, su forma tan evidente y desvergonzada de ligar que tiene. Susie empezó todo esto como forma de calmar sus ansias de investigación, pero sus colegas de profesión creen que le ha cogido tanto el gusto a estas nuevas experiencias, que ahora lo hace por placer... En fin, qué mejor para un robot que deseaba saber más de los humanos, que experimentar todas las sensaciones humanas 😆😆😆.