Moka pertenece a una poderosa estirpe de vampiros pura sangre de los cuales hay extremadamente pocos en Pangelia; que a primera instacia suena muy bien, pero tener un alto poder en "draculesencia" trae más quebraderos de cabeza de lo que se piensa... Para empezar, tienen que estar tomando sangre de manera diaria o su poder interno se saldrá de control, y en algunos casos (como el de Moka) pueden ser tan abrumadores que incluso haga daño al propio individuo. Es por ello que su padre preocupado por el bienestar de su hija quiso hacer todo lo posible para mantener la draculesencia a raya, pero en aquellos tiempos las rencillas entre humanos y demihumanos eran muy fuertes, por lo que no podía conseguir la ayuda voluntaria de ninguno de ellos y si intentaba tomar sangre a la fuerza, solo hubiera empeorado las cosas. Necesitaban un modo de conseguir sangre fácil y sin posibilidad de represalias... y en aquellos años solo había un lugar para ello: "Vampiresas Traviesas", un club nocturno que ofrecía de manera voluntaria estos servicios entre los clientes que voluntariamente deseasen experimentarlo. Su padre, con el corazón encogido le propuso esta solución a su hija, que tras sopesarlo decidió aceptar para procurarse una vida un poco más apacible tanto a ella como a su padre. Eso sí, los primeros meses fueron un desastre... a pesar de tomar sangre de manera periódica, la draculesencia de Moka era extremadamente potente, lo que le hacía tener un comportamiento frío e irascible con aquellos clientes más problemáticos. Temiendo que esto se saliera de control y perdiera su puesto de trabajo, el padre de Moka mandó forjar un talismán en forma de cruz que funcionaría como un catalizador que, sumado a su sed de sangre saciada, mantendría apaciguados sus vampíricos poderes. Así fue como Moka se dividió en dos (por así decirlo) teniendo por un lado, a su yo más amable, gentil y juguetón, y por otro a "Moka Interna" su draculesencia desatada y lista para la acción. Tras la Gran Alianza y viendo que a día de hoy hay otros métodos de conseguir sangre, su padre intentó sacarla del Distrito, pero el dueño de todo aquello se negó rotundamente pues tenían un contrato irrebocable... Moka debía seguir trabajando allí sí o sí.
Moka es una caja llena de sorpresas. Por un lado tienes a una chica dulce y cariñosa que te hace adorarla al poco tiempo de conocerla, y por otro tienes a la salvaje "Moka Interna", una mujer mucho más ruda, directa y sin tiempo para tonterías. Sería negar lo evidente que el grueso de sus clientes no se sienten atraídos morbosamente por esta dualidad en una de las más espectaculares vampiras del club. Así que Moka no tiene que hacer gran cosa para destacar y procurarse un suministro de sangre continuo, que sus clientes pagan gustosamente. Eso sí, pese a lo que pueda parecer, "Moka Interna" también tiene a sus admiradores, aunque para que salga tienen que pasar 2 cosas: o intentas remover su crucifijo que la mantiene dormida (lo cuál solo está al alcance de unos pocos) o le sacas de quicio de tal manera, que incluso con el amuleto sale hacia fuera. Posiblemente te lleves un patadón en el cielo de la boca, pero que te quiten lo "bailao" 😅😅😅.