Lo amo. Es hermoso. Y yo tan insegura, aún recuerdo el día que nos regresamos juntos bajo la lluvia. Ese adorable ser estaba tan cerca de mí. Le compartí mi sombrilla para evitar que se empapara su hermosa piel. Al despedirnos me lo dijo: Gracias señorita con sombrilla.
¡Esa soy yo!
¡Esa soy yo!